Aunque estos dos tipos de elevadores cumplen la misma función (bajar y subir a diferentes niveles) existen diferencias que te harán optar por uno u otro dependiendo de tus necesidades.
Los elevadores de tracción son aquellos que ejercen su movimiento mediante cables tractores impulsados por un motor a través de un sistema de poleas. Son los más comunes y tienen gran versatilidad de armado por lo que tienen diferentes gamas de precios dependiendo de las necesidades del cliente. Además, sus piezas son fáciles de reemplazar debido a la facilidad de encontrar las piezas en el mercado de elevadores y ascensores. Estos elevadores tienen como principal ventaja el poder operar a altas velocidades (siempre y cuando cuenten con variador de velocidad) y están pensados primordialmente para el transporte de pasajeros y cargas moderadas.
Por otra parte, los elevadores hidráulicos son aquellos que son impulsados por uno o más pistones hidráulicos que funcionan mediante un sistema de motobomba de aceite para su operación. Este tipo de elevadores tienen la ventaja de poder operar con cargas grandes, sus recorridos son lentos, uniformes y con paros suaves. Aunque existen elevadores hidráulicos de pasajeros, estos están pensados mayormente para montacargas o montacoches.
Con esta información puedes formar una idea de la opción que mejor se adapte a tus necesidades, si quieres la opinión de un experto puedes comunicarte a nuestras oficinas para recibir asesoría acerca de tus proyectos.